Viajar protegido dejó de ser una opción y paso a ser una necesidad

En una industria que ha perdido en solo 16 meses más de 4 billones de dólares como consecuencia de la pandemia del Covid-19, la gradual reapertura del turismo es un primer paso hacia la tan ansiada recuperación del sector, que recién podría suceder, en el mejor de los casos, en 2023, según lo estima la Organización de Naciones Unidas en su informe más reciente, presentado a fines de junio.

Este tiempo de crisis fue y es fuente de enseñanzas y aprendizajes constantes. En el caso de los viajeros, pieza clave del engranaje turístico, fue una oportunidad de replantearse cómo era su experiencia de viaje pre pandemia y reconfigurarla.

Cuenta Federico Tarling, Chief Service Officer en ASSIST CARD International, hace 50 años atrás, los viajeros comenzaron a escuchar que enfermarse o sufrir un accidente en el exterior podría amargar y arruinar la experiencia soñada. Para ello, debían incorporar a la salud como un ítem de viaje más. Sin embargo, no fue hasta con la pandemia que se aceleró el consumo de una asistencia al viajero. Hoy quedó clara la importancia de cuidar la salud y sentirse protegidos al estar fuera de casa.

En ese sentido, en estos tiempos de turismo en pandemia, vemos consolidada una tendencia que muestra a un viajero más precavido, exigente y consciente del cuidado de su salud. La protección médica en viajes internacionales dejó de ser una opción que muchos evadían para reducir costos y se convirtió en una necesidad. Prueba de ello es el aumento de las consultas y las ventas de asistencias hacia destinos internacionales en el último mes, motivados por el turismo de vacunación.

Conscientes de estos cambios en los pasajeros, esta crisis nos enseñó sobre la importancia trabajar articuladamente entre todos los actores que integramos este sector en pos de generar confianza y seguridad en las personas para que cada vez más vuelvan a viajar en este nuevo escenario mundial y seguir colaborando en la recuperación.

Con la nueva normalidad, el contexto del turismo es ahora una mezcla entre "conciencia individual" y "obligatoriedad gubernamental", pues más de 40 destinos han empezado a exigirles a los viajeros protección médica para poder ingresar. Frente a este escenario, los diferentes actores de la industria del turismo nos hemos reacomodado rápidamente para dar respuestas a las nuevas demandas y necesidades.

Si bien se achicó el mercado, aumentó la penetración de productos como las asistencias de viajes. Hoy la salud es aquello en lo que ningún pasajero volverá a escatimar.

En ese sentido, conscientes de los altos costos del sistema de salud en exterior y del viajar en tiempos de pandemia, los argentinos, por ejemplo, optan por las coberturas más altas, de hasta un millón de dólares, y la complementan con servicios adicionales e integrales que contemplen imprevistos no médicos que pueden presentarse antes o incluso durante el viaje, derivados de un diagnóstico positivo por COVID-19

En estos tiempos donde lo único constante es la velocidad exponencial del cambio, hay una certeza: la pandemia del coronavirus y su consecuente crisis sanitaria mundial expusieron la necesidad de revalorizar la salud humana. Hoy, más que nunca, la salud formará parte de la experiencia de viaje de cualquier persona de ahora en adelante.


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