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• La pandemia de COVID ha cambiado la dinámica de los negocios para siempre.

Las videoconferencias han sido adoptadas en todo el mundo, y el avance acelerado de la tecnología, y las reuniones de grupo virtuales son ahora una forma aceptable en el mundo corporativo a la hora de las negociaciones.

Pero sigue siendo una forma "no convencional" de hacer negocios, quiero decir, nadie se mira directamente a la cara mientras dura una reunión, no existen esos comentarios secundarios casuales en un "break", o una ceja levantada en privado, todas señales que comunican, y ni hablar de la bonhomía compartida de reunirse.

En lo personal, pienso que reunirse en persona par hacer negociar, ayuda a generar confianza, y siempre es una forma más efectiva de resolver problemas importantes.

Aquí les dejo 6 razones que justifican mi pensamiento:

1. Puede ser más complicado entenderse cuando la reunión se hace de forma virtual. Ni hablar si es otro idioma para alguna de las partes
2. Es más difícil mantener cautivada a tu audiencia / interlocutor
3. No puedes analizar el lenguaje corporal de tu interlocutor a través del teléfono o de una pantalla de 20 pulgadas
4. Para generar confianza, necesitas mirar a alguien a los ojos
5. Se puede conseguir mucha mas información en una reunión presencial que una junta virtual
6. Es mas fácil lograr empatía a partir de la presencialidad

En general, creo que seguiremos viendo una combinación hibrida de trabajo virtual y reuniones en persona, ya que por el momento, esto permite a las empresas obtener la máxima eficiencia, especialmente como una forma de optimizar la asistencia a eventos y ayudar a cumplir con los objetivos de sostenibilidad.

Pero, mientras me dirijo a mi primera reunión en un viaje a Mexico despues de dos años, me complace ver que no estoy solo: un reciente informe de investigación de tClara dice que los líderes empresariales están más que listos para volver a abrazar las reuniones cara a cara. De hecho de una agenda de 30 reuniones presenciales (con personas con las que veníamos hablando virtualmente desde hacia mas de un año), las 30 se realizaron, con una gran satisfacción de poder verse las caras, en ambos lados de la mesa. Esa sola situación en si misma predispone de una mejor manera a las partes para una negociación, independientemente del resultado de la misma.

Es verdad que la situación cambio, y los directores financieros harán preguntas difíciles sobre los costos y beneficios de viajar. Los presupuestos de viaje más pequeños significan más contención sobre quién viaja. Por ello, siempre debemos evaluar si un viaje es realmente necesario, y es por eso que las investigaciones demuestran que un 43 % de líderes de negocios consideran que juzgar la importancia del viaje es la mejor guía para aprobar los viajes cuando los presupuestos son ajustados. 

Ver articulos anteriores: Los CFO tienen cada vez mas control sobre los viajes de negocios

Trabajando para un medio regional de turismo, acepto que puedo estar ligeramente sesgado en mis puntos de vista, así que mi palabra puede no ser muy confiable. De hecho entiendo que hay sectores para los cuales no es tan imprescindible viajar como para otros. Pero no tengo dudas que a los efectos de negociaciones de cualquier índole, los viajes de negocios, tarde o temprano volverán.