
Creció el consumo, las exportaciones y el turismo vitivinícola
José Alberto Zuccardi, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina, señaló en diálogo con Télam que el sector fue uno de los rubros productivos menos afectados por la pandemia y que en la actualidad se encuentra en una "situación de equilibrio de mercado"
A continuación los principales tramos del reportaje:
-¿Cómo está hoy el sector vitivinícola, tras la pandemia?
-La evolución de la vitivinicultura ha sido buena en los últimos dos años; tuvimos un 2020 muy bueno de ventas en el mercado interno y en 2021 un récord de exportaciones, superando al anterior de 2015; otro factor alentador de la vitivinicultura argentina es el crecimiento del turismo vitivinícola, uno de los ejes del Plan Estratégico 2030; además de la actual recuperación del turismo internacional por la restauración de la conectividad, los argentinos descubrieron el turismo vitivinícola.
-¿Compensó la ausencia del turismo extranjero?
-En gran parte, e inclusive ha sido una sorpresa para la misma gente, que encontró una oferta de alta calidad dentro del país; eso ha sido un proceso muy virtuoso, que no tiene un techo y se ha ido desarrollando; hoy hay 16 provincias que producen vino y tienen algún proyecto de turismo vitivinícola.
-¿En qué situación está hoy el mercado?
-Hoy estamos en una situación de equilibrio de mercado; tenemos stocks equilibrados, algo muy importante porque en los últimos diez años pasamos desde tener excedentes y baja de precios hasta la importación; eso permitió que el año pasado empezara un proceso de recomposición de precios al productor que mejoró el ingreso y este año tenemos una cosecha que el INV estima 13% menor que también significará una recomposición, se acortan los plazos de compra de uva y se mejoran los precios.
-¿Cuáles serían los temas a resolver más urgentes?
-El más importante es el del tipo de cambio, el año pasado arrancamos con un muy buen tipo de cambio pero después el dólar no acompañó la inflación; si esto no se revierte es muy complicado para la vitivinicultura, como cualquier otra actividad exportadora.
-¿El mercado interno no compensa?
-En 2020 crecimos mucho porque por la pandemia creció el consumo de vino y se reafirmó su rol en la mesa familiar; en 2021 los consumos se retrotrajeron un poco por la recomposición de los precios, que venían muy retrasados; el vino está fuerte en el mercado interno, pero dependemos mucho de la situación del poder adquisitivo y el tipo de cambio, que definen los mercados interno y externo.
-¿Qué otros tema preocupan al sector?
-Estamos trabajando ahora con un crédito que va a tomar el país con el BID, por US$ 40 millones, para cuestiones de sostenibilidad del sector, el Proviar II, donde la prioridad está en resolver aspectos de la crisis hídrica, enfocado en los pequeños productores; el objetivo es siempre la integración de los productores más chicos a la cadena.
-¿Cómo es el vínculo con el sector público?
-Es positivo, tenemos buena relación con el Ministerio de Agricultura, el ministro (Julián) Domínguez fue el autor de la ley del Vino Argentino Bebida Nacional; con el Ministerio de Producción planteamos el «Plan 1000», de alcanzar los US$ 1.000 millones de exportación de vino embotellado, que para alcanzarlo necesitamos sólo un mejor tipo de cambio.
-¿Cuál fue el impacto de la reducción de los derechos a las exportaciones de las economías regionales para el sector?
-Impacta en las empresas muy chicas del sector, las que exportan menos de US$ 500 mil, que numéricamente son muchas pero representan sólo 4% de las exportaciones; nuestra bandera es eliminar los derechos a la exportación, no desde una posición contraria a los derechos a la exportación sino porque creemos que el vino no debería pagarlos por su valor agregado; tendría que haber un tratamiento diferencial con respecto a las materias primas básicas, que sí tienen que contribuir.
-¿Qué opina de la denuncia por parte de las bodegas del sur del país sobre un intento de apropiación de la marca Patagonia?
-Apoyamos totalmente el reclamo, el derecho a la defensa de las indicaciones geográficas en el mundo del vino se respeta y deber respetarse; que alguien quiera apropiarse del nombre Patagonia es absurdo; no compartimos que una bodega extranjera se apropie de la marca y pretenda adueñarse de la misma a través de una maniobra de registración; vamos a trabajar para evitar que eso ocurra.
-¿Se solucionó el problema de la escasez de botellas que afectó al sector?
-Estamos mejor que a finales de año, que no había botellas; la industria del vidrio está resolviendo el problema; algunas empresas duplicaron la producción y están terminando de reparar los daños que provocaron la escasez; si bien es un capitulo no superado todavía, tiene un horizonte de 60 días para resolverlo; el otro problema serio que tuvimos fue el logístico, la falta de espacio en los barcos y contenedores, y el cierre de la frontera con Chile por razones sanitarias, fue muy dañino para las exportaciones del sector; ojalá se resuelva para poder volver a tener los espacios y los costos anteriores.
-¿Cuál es la posición del sector sobre el proyecto de ley de alcohol cero al volante?
-Creemos que el vino es alimento y que el problema del tránsito no se resuelve con tolerancia cero; estamos trabajando para contribuir a la educación y penalización, cuando corresponda; hay que atacar todas las otras causas de los accidentes; el vino es un alimento que contiene alcohol y no alcohol, cuando se lo saca de la mesa se abre espacio para otras bebidas muy perjudiciales para la salud; vamos a sumarnos para contribuir a la solución del problema para que haya menos accidentes.
Fuente: Telam