Panamá; el destino gastronómico que está marcando agenda en la región
Como la única capital del mundo reconocida como Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO, Ciudad de Panamá merece atención por su vibrante escena gastronómica, moldeada por un mosaico único de culturas globales. Impulsada por dos de sus especialidades más celebradas, el café y el cacao, brinda historias ricas e inmersivas para viajeros y amantes de la cocina.
Ciudad de Panamá: Un mosaico de culturas culinarias
La distinción de Ciudad de Panamá como Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO refleja una identidad culinaria formada por tradiciones indígenas, afro-antillanas, españolas, asiáticas, del Medio Oriente y caribeñas. Más que una fusión de culturas es un tapiz singular donde las influencias globales enriquecen los sabores locales y dan vida a platos sorprendentes y modernos. La ciudad atrae a viajeros con experiencias culinarias en sus más de 2.400 restaurantes y puestos de comida. Los chefs lideran este movimiento, aportando innovación con propósito social: impulsando la investigación, sostenibilidad y educación en gastronomía. Para los viajeros, cada comida se convierte en un encuentro significativo que transforma barrios en centros de sabor, a través de degustaciones dirigidas por chefs, proyectos comunitarios y recorridos curados que revelan la historia culinaria en constante evolución de Ciudad de Panamá.
Café: Tradición, Panamá Geisha récord y recorridos inmersivos
La tradición cafetera de Panamá nace en fincas familiares y en las montañas de Chiriquí, donde el café se cultiva con un cuidado que lo ha llevado a destacar a nivel internacional. En 2025, un lote Geisha de Elida Estate rompió récords al venderse en $30,204 por kilogramo en la subasta internacional de Best of Panama, el precio más alto registrado para un café. Para los viajeros, esto se traduce en experiencias inmersivas en Boquete y Tierras Altas, donde pueden caminar por las fincas, conocer a los productores, aprender el proceso de primera mano y probar uno de los cafés más valorados del mundo directamente en su origen, por un precio accesible. Estas actividades están disponibles todo el año, aunque la temporada de cosecha —de noviembre a febrero— ofrece una mirada aún más auténtica.
Cacao: Tradiciones indígenas, viajes inmersivos y el 'oro negro' de Bocas del Toro
En Bocas del Toro, más de 1.000 agricultores indígenas Ngäbe-Buglé cultivan lo que los locales llaman “oro negro”: cacao orgánico que se exporta a todo el mundo, incluyendo Europa, donde es esencial para la elaboración del chocolate suizo. Con más de 5.000 hectáreas dedicadas al cultivo, estas prácticas ancestrales se preservan a través del cuidado comunitario. Los viajeros pueden participar en visitas guiadas para recorrer los senderos del cacao, aprender rituales tradicionales de cosecha y molienda, e incluso elaborar su propio chocolate. Más allá del sabor, es un intercambio cultural que apoya a más de 1.500 familias agricultoras y conecta a los visitantes con la tierra y sus tradiciones.
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