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El futuro de Aerolíneas Argentinas lleva mucho tiempo en el aire aunque, posiblemente, esté atravesando sus horas más críticas. A las ya frecuentes protestas sindicales, el gobierno encabezado por Javier Milei ha dado por respuesta que la única vía para la aerolínea de bandera argentina pasa por la privatización.El conflicto entre trabajadores y empresa se ha agudizado mientras avanza un proyecto de ley en el Congreso para privatizar la estatal Aerolíneas Argentinas, después de que el presidente Javier Milei la decretara “sujeta a privatización”.

El Gobierno sostiene que hay un "sobredimensionamiento" de la estructura de la compañía, que tiene 11.386 trabajadores, en comparación con otras aéreas de la región. La aerolínea (hasta ahora) pública tiene una flota de 84 aviones y acapara el 62 % de los pasajeros en vuelos domésticos, un mercado en plena transformación debido a la política de 'cielos abiertos' que impulsa el mandatario.

Privatización o cierre
Esta misma semana, el Gobierno de Javier Milei ha anunciado que liberalizará el mercado del servicio de rampas en los aeropuertos argentinos en respuesta al conflicto sindical que dejó este miércoles a unas 2.000 personas dentro de los aviones, durante varias horas, en Buenos Aires.

Es un primer paso hacia la privatización de la compañía, ya que el objetivo es que el Estado argentino deje de ingresar 8.000 millones de dólares en las cuentas de la compañía aérea. Hoy hay prevista una reunión entre empresa y sindicatos para tratar de llegar a un acuerdo salarial.

Por ello, y tras los incidentes de esta semana, el secretario de Transportes de Argentina, Sergio Mogetta, ha señalado, según recoge La Nación, que en caso de que el proyecto de privatización no avance y los empleados no acepten las condiciones, se iniciará un proceso preventivo de crisis, previo al cierre.