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Durante un mes, cada semana un talentoso chef se apodera de la cocina de Cueva Siete, el restaurante mexicano de ÚNICO 20 ̊87 ̊ Hotel Riviera Maya. Desde el 12 hasta el 22 de agosto, los huéspedes del lujoso all inclusive pueden deleitarse con los platillos propuestos, brindar con cócteles de los mixólogos invitados, y apreciar obras de distintos artistas mexicanos a través del festival Superbia Summer.

“Esta tercera edición fue distinta, nos enfocamos en talento nacional. Aunque siempre participan chefs de nuestro país, junto con chefs internacionales poseedores de estrellas Michelin, no habíamos tenido un evento gastronómico completamente mexicano. Mantuvimos la misma alta calidad que nos caracteriza y seleccionamos a los cocineros de los mejores restaurantes de México, reconocidos en todo el mundo”, explicó para El Financiero, Fernando García Rossette, gerente general del hotel.

En nuestra estancia, vivimos la experiencia durante los días en los que Nico Mejía, Lorena Seligson, y Juana Gómez fueron anfitriones del soberbio festival. En él, pudimos apreciar un México contemporáneo en evolución, de propuesta, y orgulloso de sus raíces.

Por la parte gastronómica, el chef Nico Mejía sorprendió con una cena de 6 tiempos inspirada en comida de calle, mercado y hogares colimotas y jalicienses. Siendo los protagonistas de la noche: un taco zarandeado de marlín; el delicioso sope de costilla braseada con frijoles; así como un tierno filete mignon con dulce mole costeño, verduras orgánicas a las brasas y salsa de mostaza, maridado espléndidamente con un vino Barolo cosecha 2011. Para cerrar con broche de oro, de postre, sirvió su reinvención de pastel de tres leches: un bizcocho sellado a la sartén con miel de whisky Abasolo, con helado de palomitas.

Al siguiente día, Lorena Seligson, experimentada mixóloga y embajadora de Campari, alegró aún más la fiesta en las albercas con el cóctel italiano favorito del verano: Aperol Spritz, una refrescante bebida hecha a base de Prosecco, Aperol, por supuesto, y agua mineral. Además, los bares del hotel contaron con dos cócteles hechos especialmente para notar su presencia.

Por su parte, la maestra artesana Juana Gómez, adornó durante toda la semana el lobby con sus impresionantes jaguares de barro pintados a mano. Una artesanía chiapaneca que ha puesto en alto a la comunidad de Amatenango, dedicada a crear increíbles piezas en honor al felino que representa a uno de los dioses de la cultura maya.

Es así como ÚNICO 20 ̊87 ̊ Hotel Riviera Maya, acreedor al distintivo 5 diamantes por la AAA, cuyas coordenadas lo ubican a orillas de arena blanca y aguas turquesa, entre Tulum y Playa del Carmen, hace honor a su nombre elevando aún más su oferta habitual para enaltecer la cultura mexicana a través de sus artes más grandes.

Fuente: El Financiero