El turismo de Estados Unidos al Caribe Mexicanos se tambalea

Aunque México sigue siendo uno de los destinos preferidos por turistas estadounidenses, en 2025 se observan señales claras de ajuste: ciertos destinos de playa, y sobre todo Cancún/Riviera Maya, han registrado caídas en llegadas de viajeros procedentes de EE. UU. y muestran problemas estructurales que explican por qué esa demanda se ha debilitado.

Lo que dicen los números 
A nivel nacional, los llegados desde EE. UU. entre enero y junio de 2025 cayeron aproximadamente 2.2% frente al mismo período del año anterior. 
En Cancún, estudios y conteos locales señalan una caída más marcada: cifras analizadas por centros de investigación locales estimaron una baja de 6.5% en arribos estadounidenses en la primera mitad de 2025. Lo mismo se observa en otros destinos de playa como Puerto Vallarta y, en menor medida, Los Cabos. 
En la Riviera Maya (Playa del Carmen, Tulum y alrededores) también se han reportado descensos significativos en llegadas internacionales e impactos en aeropuertos y embarques. 

Factores principales detrás de la caída

1. Percepción de seguridad y avisos oficiales
Las alertas y advertencias de viaje emitidas por autoridades externas (como el Departamento de Estado de EE. UU.) y la cobertura mediática de incidentes en algunas zonas han elevado la percepción de riesgo entre viajeros, aun cuando los problemas no siempre ocurren en las zonas turísticas más visitadas. Esa percepción reduce la intención de reservar, sobre todo entre familias y viajeros que buscan vacaciones sin incertidumbres. 
2. Problemas ambientales repetidos: sargazo y calidad de playas
El arribo masivo de sargazo ha sido un problema recurrente en las últimas temporadas y afecta directamente la experiencia de playa —playas con algas, olor o agua turbia reducen las reservas de último minuto y la buena reputación online de hoteles y destinos. Hoteleros y autoridades han hecho inversiones para mitigarlo, pero los episodios periódicos siguen influyendo en la demanda.
3. Reducción de conectividad aérea y cambios en rutas
Menos vuelos directos o cambios en la oferta aérea desde ciudades norteamericanas encarecen o complican los viajes. Cuando es más difícil o costoso llegar, un porcentaje de turistas opta por destinos alternativos con mejores conexiones. 
4. Cambio en preferencias del viajero
Hay una tendencia clara: algunos viajeros estadounidenses están buscando experiencias urbanas, culturales o “menos masificadas” —ciudades, turismo gastronómico, ecoturismo— en vez de repetir paquetes de playa todo incluido. Esto redistribuye flujos que antes iban mayoritariamente a la franja hotelera de Cancún y la Riviera Maya.
5. Factores macroeconómicos y competencia
Inflación, costos de combustible y aumentos en tarifas aéreas encarecen el paquete total. Además, otros destinos del Caribe y Centroamérica compiten agresivamente por el turista estadounidense con promociones, nuevas rutas y productos diferenciados. 

Impactos para la región
Hotelería y empleo local: menor ocupación implica presión sobre precios, contratación temporal y rentabilidad de pequeños proveedores (restaurantes, tours, taxis).
Inversión en mantenimiento: limpieza de playas y mitigación del sargazo exige gasto adicional que reduce márgenes.
Reputación online: opiniones y reseñas negativas por episodios puntuales (playas sucias, problemas de seguridad) pueden tener efectos acumulativos en futuras reservas.

Conclusión
El “tambaleo” del turismo estadounidense hacia Cancún y la Riviera Maya no es resultado de un solo problema: es la suma de percepciones (seguridad), factores ambientales (sargazo), ajustes en la oferta aérea, cambios en preferencias de los viajeros y presión competitiva internacional. No es, por ahora, un colapso total, pero sí una llamada de atención: la región necesita adaptarse —mejor comunicación, diversificación de producto, mitigación ambiental y recuperación de conectividad— para volver a crecer sosteniblemente y reducir su vulnerabilidad a shocks externos. 

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