No hay que preocuparse por la crisis sino atender la propuesta de valor

No es de extrañar que, ante la escalada de la inflación, la subida de los tipos de interés, el alza de los precios de la luz y del gas, las amenazas de Vladímir Putin, la crisis de Taiwán, etc, la confianza del consumidor esté por los suelos.

Yo dividirá estos 9 meses del año en dos partes. Tuvimos una ilusión consciente de consumo, desde la salida de la pandemia hasta el primer semestre de 2022. La gente tomó la decisión de refugiarse en burbujas de bienestar y de algún modo irse de la realidad, lo cual es muy lógico después de dos años nefastos.

Anhelábamos sanar. Nos encontramos con un entorno muy opresivo a nivel global con la guerra, a lo que hay que agregar el salto de la inflación. Existe un alto porcentaje  de la población que decía que le iba mal y veía un porvenir peor, pero a la vez se daba vuelta y consumía. 

Ese corrimiento de las expectativas, explica el “veranito” de consumo que se dio hasta julio con ventas de shopping creciendo, y lo mismo en viajes, gastronomía y hoteles; o el boom de los recitales.

La “revancha de la vida” duró hasta el inicio del segundo semestre, y ahora hay que ver cuántos pueden sostener el poder adquisitivo con inflación. 

Para algunos analistas, esta una crisis con plata, pero la gente va a tener que elegir en qué consumir, y pareciera que no es una crisis de segundas marcas. "No llego al auto, me compro la mejor bicicleta".

Datos que analizan los expertos en consumo global es, por ejemplo, el fenómeno de la banda de música Coldplay, que ha vendido cientos de miles de entradas para sus conciertos en su gira mundial y llenará estadios en todas las ciudades adonde se presente.

Quizá valdría la pena mencionar que el cantante de Coldplay, Chris Martin, tiene 45 años y, si mucho no me equivoco, la mayoría de los fans de la banda británica entrarían en esa franja de edad de los 40-50 años.

  • ¿Quizá sería ese el segmento de consumidores hacia el que deberían dirigirse principalmente las empresas del turismo en los próximos meses?

Motivaciones de viajes

Me gustaría cerrar este artículo, con una reflexión final sobre por qué hemos viajado durante este primer semestre y por qué vamos a continuar viajando en los próximos meses.

En 2022, probablemente un porcentaje muy elevado de turistas han salido de vacaciones porque realmente lo necesitaban tras de dos años de restricciones y limitaciones impuestas por la pandemia. Lo importante era salir, donde fuera, y que nos diera el aire.

Sin embargo, de ahora en adelante y teniendo en cuenta las incertidumbres, el aumento de costos, la crisis económica en ciernes, las dificultades para viajar en avión debido a huelgas, recortes de capacidad, etc., seguramente vamos a ser mucho más selectivos a la hora de decidir si viajamos, dónde viajamos y por qué motivos viajamos.

Viajo con mi familia a un país en el extranjero para tomar el sol o en realidad deseo un tipo de viaje para reconectar con mis hijos y pareja? ¿Quiero ir de vacaciones al sitio de siempre a hacer lo de siempre o quizá necesito una experiencia diferente para mejorar mi estado de salud físico y mental? ¿Hago una escapada con mi pareja o grupo de amigos a una ciudad cualquiera o vamos a ver esa exposición única e irrepetible de la que todo el mundo habla?

  • En suma, las motivaciones de viajes van a dejar de ser blanco, o negro o azul, por lo que las empresas turísticas y destinos deberán esforzarse mucho más para reforzar su propuesta de valor.


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