GenAI genera cambios en la industria pero también enfrenta retos
En el mundo tecnológico, 2024 está marcado por la creciente adopción de la inteligencia artificial generativa (GenAI) en diversos sectores, incluido el turismo. La comparación con 2012, cuando el software como servicio (SaaS) comenzó a transformar el panorama empresarial, es inevitable. En aquel entonces, SaaS revolucionó la forma en que las empresas gestionaban sus operaciones, y ahora GenAI se presenta como la nueva fuerza disruptiva. Al igual que SaaS en su momento, GenAI promete transformar sectores, incluidos los viajes, pero enfrenta desafíos similares en cuanto a su implementación y adopción.
En este contexto, es importante analizar cómo la GenAI está marcando el ritmo en la industria y qué lecciones se pueden aprender del pasado para entender su verdadero impacto en el sector de los viajes.
Un mercado desigual y competitivo
Así como no todos los pioneros de SaaS lograron consolidarse, no todas las startups de GenAI lo harán. Mientras que algunas empresas de SaaS hoy son líderes establecidos, muchas otras nunca despegaron o se desvanecieron rápidamente. La inteligencia artificial está siguiendo una trayectoria similar, donde muchas empresas luchan por destacar en un mercado saturado. Esto obliga a las startups de AI a ser disciplinadas con sus inversores, tener estrategias claras y objetivos realistas, una lección clave aprendida de la era SaaS.
El desafío actual para muchas de estas empresas de inteligencia artificial no es solo atraer inversión, sino sobresalir entre el ruido de un mercado abarrotado. En este sentido, no basta con centrarse en la tecnología utilizada, sino en los problemas reales que la empresa pretende resolver.
El enfoque en la resolución de problemas, no en la tecnología
En 2012, los inversores no estaban interesados en SaaS por sí mismo, sino en cómo este modelo resolvía problemas comerciales específicos. Para los hoteleros, por ejemplo, el verdadero valor estaba en la capacidad de gestionar reservas, precios y disponibilidad en línea, todo a través de un sistema SaaS. El hecho de que el software fuera entregado como un servicio en la nube era simplemente el mecanismo, no el foco central.
Hoy en día, las startups impulsadas por inteligencia artificial deben seguir este mismo camino. Es crucial que se centren en las necesidades comerciales que están resolviendo, en lugar de hacer de la tecnología el centro de sus discursos. En lugar de enfocarse en las especificaciones técnicas, es más efectivo demostrar cómo GenAI puede mejorar la eficiencia, reducir costos o transformar una industria, como el turismo, con casos de uso reales.
La importancia de elegir al inversor adecuado
El panorama de inversión ha cambiado drásticamente desde la era de SaaS. Las startups de GenAI tienen ahora más opciones de financiación, desde fondos soberanos y aceleradoras, hasta inversores individuales de alto patrimonio. Sin embargo, elegir al inversor adecuado sigue siendo crucial. Los inversores generalistas suelen sentirse más cómodos con modelos B2C y pueden pasar por alto las particularidades de un sector específico. En cambio, los inversores especializados en verticales B2B, con experiencia en el sector turístico, pueden valorar mejor la viabilidad de una startup de GenAI, al tener un conocimiento más profundo del mercado y la competencia.
Además, los inversores buscan diferenciación en un mercado saturado. Las startups que simplemente se autodenominan «empresas de inteligencia artificial» sin un caso de uso sólido podrían ser vistas con escepticismo. Por eso, es importante que las empresas se enfoquen en demostrar resultados tangibles y en cómo pueden escalar sus soluciones en el futuro.
Adaptabilidad en un entorno de cambio rápido
Una diferencia clave entre SaaS y GenAI es la velocidad con la que se desarrollan las innovaciones. Mientras que SaaS tomó tiempo para ganar tracción debido a la lenta adopción tecnológica en sus inicios, la inteligencia artificial está avanzando a un ritmo casi inédito. Esto representa un desafío tanto para las startups como para los inversores, quienes deben asegurarse de que las soluciones desarrolladas hoy sigan siendo relevantes en el futuro.
Por ejemplo, una startup que basa su oferta en ChatGPT4 debe anticiparse a los cambios que traerá ChatGPT5 y estar preparada para adaptarse. La velocidad del cambio tecnológico exige que las empresas sean ágiles y estén preparadas para ajustarse a las nuevas herramientas de IA que seguirán emergiendo.
La IA como una mercancía, los datos como diferenciador
Si bien la GenAI tiene un potencial inmenso, las startups que no tienen acceso a datos propios pueden encontrar difícil diferenciarse en el mercado. En la era de SaaS, muchas empresas pudieron prosperar gracias a su capacidad para volverse impulsadas por datos. Hoy en día, GenAI depende de esos datos para entrenar sus modelos, y los conjuntos de datos anónimos están disponibles en casi cualquier sector, incluidos los viajes.
El verdadero reto para las startups de inteligencia artificial en el turismo es crear algo único y novedoso a partir de los mismos datos que están disponibles para todos. Los inversores buscan diferenciación, y las empresas que solo dependen de APIs y conjuntos de datos comunes podrían encontrar difícil destacar en un mercado saturado.
Lecciones aprendidas y el camino a seguir
En resumen, aunque existen muchas similitudes entre los primeros días de SaaS y la actual ola de GenAI, también hay diferencias clave. GenAI está desarrollándose a una velocidad mucho mayor, lo que plantea retos y oportunidades únicas para las startups en este espacio. Para destacar, las empresas de inteligencia artificial deben centrarse en resolver problemas comerciales reales, buscar los inversores adecuados y prepararse para adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos.
En un mercado donde la oferta de startups de GenAI supera la demanda, la diferenciación y la capacidad de resolver problemas concretos serán la clave para asegurar la inversión y el éxito a largo plazo. El futuro de la GenAI en el turismo dependerá no solo de la tecnología que utilicen las empresas, sino de su capacidad para ofrecer valor real a sus clientes y superar los desafíos únicos de la industria.
Información original en PhocusWire.