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Las 5 mansiones de Buenos Aires que abren para desayunar y comer
Casa Cavia, el Palacio Duahu, el Museo Nacional de Arte Decorativo, Villa Ocampo y el Museo Evita son imperdibles para sentarse a comer algo rico en algunos de los lugares más emblemáticos de Buenos Aires
Tanto en la Ciudad como en el Gran Buenos Aires hay opciones de lujo para visitar y disfrutar de un buen café o una exquisita pastelería. A continuación, las mejores opciones para visitar:
1) CASA CAVIA
Ubicada en Palermo Chico, en Cavia 2985, en Casa Cavia se respira exclusividad desde la puerta hasta su espléndido jardín calefaccionado, ideal para los días de frío.
La casa, según informaron desde el restaurante, fue construida en 1927 por el arquitecto y artista noruego Alejandro Christophersen, referente de la arquitectura ecléctica, y se restauró para transformarse en lo que hoy es: una vuelta a las maravillas de la Belle Époque en Buenos Aires en diálogo con la contemporaneidad del presente.
Allí conviven un espacio para comer pero también para leer y para deleitarse con flores y con el diseño. Lupe García, directora creativa, convocó a talentos argentinos y los convirtió en anfitriones. Ana Mosqueda (en la dirección de la editorial Ampersand), Julieta Caruso (al mando del equipo de La cocina) Camila Gassiebayle (en la florería Blumm Flower Co.) y Stephania Kallos (a cargo de la restauración original de la casa).
Originalmente llamada Residencia Bollini Roca -a pocos años del fallecimiento de su dueña, ya centenaria-, en el año 2011, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió proteger la casa, de gran valor patrimonial por la calidad en el estilo, la composición, los materiales y la coherencia tipológica.
Su carta de pastelería (que funciona de 9 a 12 hs. y de 16 a 20 hs.) tiene delicias como torta de chocolate Caramelia con avellanas ($850), tarta de crema diplomata cascos de membrillos y almendras tostadas ($800) o sablée de banana, caramelo, maní y haba tonka ($800).
El té para dos cuesta $ 5000 e incluye café doble o té; scons con dulce casero, dulce de leche y queso crema, bruschetta de palta y de trucha ahumada para compartir, tarta de manzanas y crumble de almendras o tarta de crema diplomata, frutas de estación y pistachos tostados, budín de amapolas y limón y copa de espumante. También se sirve brunch los domingos.
2) PALACIO DUAHU
Uno que no falla es el restaurante del hotel Park Hyatt Buenos Aires ubicado en el Palacio Duhau, en Recoleta.
Sus Salones del Piano Nobile son de los más demandados hoy para disfrutar del té de las cinco con deliciosas creaciones íntegramente preparadas en hotel y diseñadas por el famoso Chef Ejecutivo Damián Betular, estrella de MasterChef.
Con una impresionante vista a las terrazas, está abierto todos los días de 7:30 a 23:00 hs. para desayuno a la carta, almuerzo y el tradicional servicio de té.
Este último tiene un precio de $3500 por persona y es de lo más variado y completo. Incluye una selección de scons con mermelada artesanal, queso crema y dulce de leche; una degustación de sándwiches (vol au vent de trucha ahumada y mousse de queso lincoln y lima; chipa relleno de jamón cocido y queso Gouda; ciabatta de nuez relleno de hummus de zanahoria y zuchini; bruschetta de brioche con hongos grillados); y una variedad de petits gâteaux (Caramel macchiatto, chocolate y avellanas, tatín de peras, texturas de limón y tropical).
Para acompañar se puede elegir entre infusión de té Tealosophy by Inés Berton o café Nespresso, además de agua mineral, con o sin gas, y un jugo natural y, para finalizar, una copa de espumante Baron B Extra Brut.
3) MUSEO NACIONAL DE ARTE DECORATIVO (CROQUE MADAME)
Uno de las construcciones más preciosas de Buenos Aires, el Museo está emplazado en el Palacio Errázuriz Alvear, diseñado en 1911 por el arquitecto René Sergent, en un estilo neoclásico francés. El edificio fue la residencia de la familia formada por Josefina de Alvear y Matías Errázuriz Ortúzar. El matrimonio había vivido diez años en Europa y ahí adquirió una valiosa colección de obras de arte europeo y oriental. En 1936, el Estado Nacional compró la casa y las colecciones y un año después el Museo Nacional de Arte Decorativo fue creado.
El palacio fue restaurado como una casa-museo, que no sólo alberga valiosas piezas de arte y mobiliario de distintas épocas, sino que revela, además, el estilo de vida de una familia patricia a principios del siglo XX. Durante los dieciocho años que los Errázuriz Alvear vivieron allí, la casa fue escenario de recepciones, conciertos y bailes de caridad; también un espacio de lujo y confort.
En el exterior funciona el restaurante Croque Madame que cuenta tanto con mesas al aire libre como con un salón privado para reuniones o eventos. La carta para la hora del té cuenta con una gran variedad de delicias dulces y saladas.
La pastelería artesanal incluye clásicos como budines, brownies o scons caseros. Pero, como el nombre lo indica, su especialidad son los sándwiches franceses tipo croque: el Croque Madame (pan dorado en manteca, queso gruyere, jamón cocido y huevo a la plancha), el Croque Madame gratinado con salsa bechamel, el Croque Monsieur (pan dorado en manteca, queso gruyere, jamón cocido, gratinado con salsa bechamel y parmesano), el Croque de Pollo (pan dorado en manteca, pollo salteado, queso gruyere, gratinado con salsa bechamel, jamón, parmesano y champignons)y el Croque de Salmón Ahumado (pan integral dorado en maneca, salmón ahumado, espinacas con parmesano y huevo a la plancha caramelizado).
4) VILLA OCAMPO
Villa Ocampo fue construida en 1891 en San Isidro por el ingeniero Manuel Ocampo, padre de Victoria, como una casa de veraneo para su familia con un espléndido jardín y una vista imponente sobre el Río de la Plata.
A principios de la década de 1940, Victoria, la mayor de las seis hermanas Ocampo, heredó la casa y transformó sus interiores con simplicidad para habitarla. Villa Ocampo se convirtió en su residencia permanente.
Durante años, Villa Ocampo fue su lugar en el mundo, pero también el lugar en el mundo donde coincidieron, gracias a la hospitalidad de su dueña, figuras como Gabriela Mistral, Albert Camus, Federico García Lorca, María Elena Walsh, Saint-Éxupery, Graham Greene o Rabindranath Tagore.
En esta residencia se alojó Igor Stravinsky durante su visita a la Argentina en 1936 y, en el piano Steinway que todavía se conserva en la casa, compuso melodías mientras preparaba la puesta en escena de su Perséphone en el teatro Colón de Buenos Aires.
En Villa Ocampo también se conocieron Borges y Adolfo Bioy Casares, iniciando una amistad legendaria y decisiva para la literatura argentina.
Su bistró, un lugar ideal para tomar el té rodeado de cultura e historia, abre los viernes de 12:30 a 19 hs y los sábados, domingos y feriados de 10:00 a 20:00 hs.
5) MUSEO EVITA
El edificio donde funciona el Museo Evita, en el barrio de Recoleta, es un petit hotel de planta baja y dos pisos construido por la familia Carabassa en la primera década del siglo XX, y luego intervenido por el arquitecto Estanislao Pirovano en un reciclaje que conjuga elementos del renacimiento español e italiano en sus tres niveles y torre.
En 1948, esta casona de la calle Lafinur en la Ciudad de Buenos Aires, fue adquirida por la Fundación de Ayuda Social Eva Perón para albergar al hogar de tránsito Nº 2, un lugar que recibía a mujeres del interior del país con problemas de salud, trabajo, documentación o vivienda en su paso por Buenos Aires.
Desde el 2000 funcionan allí el Instituto que intervino el edificio para instalar el Museo Evita, con un plan director que respetó, restauró y puso en valor aquellas áreas que le dieron identidad. Se inauguró el 26 de julio de 2002, al cumplirse 50 años del fallecimiento de Eva.
El restaurante, con un lindísimo patio interno, está abierto de lunes a viernes de 9 a 24 y los domingos de 9 a 19. La dirección es Juan María Gutiérrez 3926 y, lo mejor, ¡es pet friendly!
Fuente: Cronista Comercial