Panamá un destino; que es mucho más que un lugar de paso

¿Cuántos viajeros conoces que han estado en el aeropuerto de Panamá pero no se han dado la oportunidad de explorar este destino? La Ciudad de Panamá es mucho más que un aeropuerto, es un destino ideal para disfrutar al máximo.

Ahora, con el programa Panamá Stopover, de Copa Airlines, puedes matar dos pájaros de un tiro, porque esta opción te permite quedarte en Panamá desde 24 horas hasta 7 días cuando viajas a otro destino, sin pagar extra en tu vuelo.


Aquí una guía express de la Ciudad de Panamá para exprimirle todo el jugo a su sabor. Panamá 3 días.

Día 1: ¡Casco Viejo!

El aterrizaje en Panamá es impactante. Su skyline nos habla de una ciudad moderna y de un centro financiero, pero también intuimos que tiene una joya escondida: El Casco Viejo, centro histórico de la Ciudad de Panamá.

Nos quedamos en el hotel La Compañía, un antiguo convento jesuita que fue restaurado hasta el último detalle. Ahí, los desayunos son espectaculares y los fines de semana sirven Dim Sum, al puro estilo Hong Kong. (Panamá es tan multicultural y el Dim Sum tan popular, que ¡puede casi considerarse un desayuno panameño!).

La siguiente parada: tomarte un Geisha (el café más caro del mundo, puede llegar a costar más de 10,000 usd el kilo). Decidimos tomarlo en Geisha Experience, una simpática cafetería que pretende ser una inmersión en la selva y realmente lo logra. La gran sorpresa es que el Geisha aquí lo sirven en copa y probarlo es, literalmente, un pequeño viaje al paraíso. Bien vale la pena invertir 10 usd en los tres traguitos que te sirven (un poquito menos que una taza de expresso).

Comida, vamos al Mercado de Mariscos, aquí entramos directamente al Panamá real y más popular. Todas las mañana desembarcan lanchas con la pesca del día, pero además de distribuir los mariscos para toda la ciudad, también hay una serie de puestecitos donde por 5 usd puedes probar una variedad de ceviches frescos como Dios manda.

Al atardecer vale la pena pasear por la Plaza Francia, subir las escaleras hacia los puestos de artesanías y disfrutar totalmente la brisa y el Skyline de la Panamá moderna al atardecer. No te pierdas la Catedral Metropolitana.

Si el calor aprieta, te recomendamos tomar una margarita en el Selina Rooftop.

Día 2: Canal de Panamá y Causeway de Amador

Sí, sabemos que suena mega turístico, pero en verdad no puedes perderte la experiencia del Canal de Panamá. El punto de encuentro entre los océanos Pacífico y Atlántico. Independientemente de que es una joya de la ingeniería, desde las esclusas de Miraflores puedes sentir la energía del mundo en tránsito, mientras el agua sube y baja, para dejar pasar cargueros del tamaño de edificios. Es emocionante y sorprendente al mismo tiempo.

Volvemos al Casco para el almuerzo en Fonda lo que hay, aquí no hay un menú fijo, sino que el chiste es comer lo que haya preparado el chef José Olmedo Carles, que combina sazón caribeño con productos frescos y locales. Te garantizamos que todo está buenísimo. Si ves en la pizarra que hay Yuca tostada con Carpaccio de Atún no lo dudes más y entra. Lo único que puede pasar es que salgas con el obsesivo antojo de querer volver lo más pronto posible.

Te sugerimos perderte entre las calles del Casco, entre balcones coloniales, fachadas coloridas y alguna que otra fachada en ruinas que quede por ahí (casi todo el Casco ha sido reconstruido y restaurado en los últimos diez años). Busca el Arco Chato, cuya estructura desafía el tiempo y la lógica, además de darle un destino al país entero.
Construido en el siglo XVII como parte del convento de Santo Domingo, este arco de ladrillo es famoso por una razón curiosa: no se cae. Durante siglos se ha mantenido en pie sin soporte visible, lo que llevó a los norteamericanos a considerarlo una prueba fehaciente de que la ciudad no es una zona sísmica y, por lo tanto, un lugar seguro para construir el Canal.

A una cuadra está el recién abierto Sofitel, en lo que fueron las ruinas del Club Unión, el lugar donde la socialité panameña solía encontrarse antes de que se abandonara el Casco Viejo por las nuevas avenidas de Ciudad de Panamá. Se puede tomar una copa en la terraza y ver cómo la marea cambia absolutamente al atardecer.
Otro must definitivo es comer en Nazca, un restaurante peruano nada pretencioso que ofrece lo mejor de la tradición culinaria peruana. De entrada tienes que pedir el tradicional ceviche de corvina, y después, cualquier opción de la carta es DELICIOSA. Nazca es un verdadero must.
Para terminar el día y cerrar con broche de oro, toma un bote al atardecer desde el Causeway de Amador. Desde el agua, entre diversos botes, yates y grandes barcos en espera de poder cruzar el canal, la ciudad tiene una mística distinta.
Desde aquí se pueden tomar las más bellas fotos de Panamá.


Día 3: ¡Vámonos a la Playa!

Sin dudarlo, Taboga es el day trip perfecto. Para desconectar un poco de la ciudad y realmente entrar en el vibe vacacional, nada mejor que ir a Isla Taboga a solo 30 minutos en ferry de la capital panameña. Debes saber que Taboga es absolutamente instagrameable. Pequeñas calles llenas de murales, casitas de colores, playas de arena dorada con palmeras… tiene todo lo necesario para crear la postal perfecta.

Los ferrys salen del Causeway de Amador, lo ideal es tomar el de las 8:30 am para ganarle al sol.

Puedes rentar un snorkel o un kayak para recorrer la isla sin mucho esfuerzo y peces de todos los colores imaginables.

Para comer bien no hace falta romperse la cabeza. Hay puestos callejeros que venden desde carimañolas (deliciosas empanadas de yuca), tacos de pescado, ceviches, cocos frescos o pescado frito. Nosotros descubrimos Villa Caprichosa, un sitio de tacos de pescado y mojitos, la verdad muy buenos y a precios super accesibles (8 a 12 usd por platillo) con una maravillosa vista al mar.

Es delicioso desconectar en la playa, pero no olvides que el último ferry de regreso a la Ciudad de Panamá es a las 5 pm.

Algunos tips para Taboga: lleva efectivo ya que no hay cajeros, sombrero y mucho bloqueador, y si puedes aprovechar para ir entre semana, mejor, que los fines de semana es un paraíso que disfrutan los locales de la ciudad.

Por último, el mejor lugar para cerrar el viaje, ve a tomar un whiskey al Danilo´s Jazz Club del American Trade Hotel. Este pequeño rinconcito hará tu estancia panameña inolvidable. Inspirado en el legendario pianista panameño Danilo Pérez, combina elegancia vintage, cócteles de autor y música en vivo que te transportará a los grandes escenarios del jazz. No te lo puedes perder.

Bonus Stopover

* Todo en Panamá está cerca. Puedes disfrutar de una ciudad moderna y vibrante hasta ir a la playa o a la selva en tan solo 30 minutos de distancia.

* No necesitas cambiar de moneda. Aunque la moneda oficial de Panamá es el Balboa (PAB), en la práctica, el país utiliza principalmente el dólar estadounidense (USD).

Escrito y editado por: Blanca Granados 

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