Propuestas del WTTC para lidiar con la masificación turística
El turismo continúa su tendencia alcista y sin visos de ralentizarse a corto plazo, por lo que los destinos con más afluencia de visitantes seguirán sufriendo problemas de masificación turística. Una masificación que se ha visto potenciada tras la pandemia, cuando el viaje se ha convertido en una prioridad para muchos, y con una clase media en mercados emergentes como China o India cada vez más dispuesta a desplazarse a destinos de larga distancia. A ello se suman las nuevas generaciones en busca de vivir experiencias, por encima de tener cosas, y el fenómeno Instagram, que hace que ahora miles de jóvenes quieran viajar a la capital francesa para emular en sus redes sociales a Emily in Paris.
La presidenta y consejera delegada del WTTC (Consejo Mundial de Viajes y Turismo), Julia Simpson, que ha participado en el TIS (Tourism Innovation Summit), ha enumerado posibles soluciones para paliar estos problemas. Para Julia Simpson la clave reside en “la calidad de vida de los residentes de los destinos que reciben mucho turismo, que se sientan bien para que así puedan reconocer el valor de esta actividad. Para ello sector público y privado deben velar por la sostenibilidad, no sólo medioambiental, sino también en conocer cómo se sienten esas comunidades, porque la gente no siente que los grandes números del turismo reviertan en su entorno”.
No en vano, como ha detallado Simpson, “el turismo no deja de ser una actividad muy positiva para la economía y para la sociedad, en creación de empleo, sobre todo entre los jóvenes y también muy cualificado porque sus necesidades de talento requieren de un amplio espectro de nivel de trabajos; en ayuda a las pymes; contribución al estado del bienestar con sus impuestos; protección del patrimonio histórico y cultural del país, etc.”.
Propuestas
Para conseguirlo, o al menos avanzar en esta dirección, Simpson ha hecho algunas propuestas:
- Aprender de cómo están gestionando esos flujos turísticos destinos muy populares, sobre todo para la clase media de mercados emergentes como China o India.
- Utilizar el poder de redes sociales como Instagram también para contribuir a promocionar destinos menos conocidos.
- Responder a tendencias al alza como la búsqueda de experiencias auténticasen turismo gastronómico o enoturismo, por ejemplo, dado que “otro de los beneficios de la actividad turística es mantener vivas esas tradiciones”.
Casos de buenas prácticas
También ha citado algunos casos de buenas prácticas en soluciones para lidiar con la masificación turística:
- En Dubrovnik el Gobierno local actúa de intermediario entre las navieras cuyos barcos hacen escala en la ciudad para que no coincidan un número demasiado elevado de ellos en su puerto.
- En Barcelona ya aplican los precios dinámicos para visitar la Sagrada Familia, ofreciendo tarifas más baratas para conocer el templo en horas o temporadas de menor afluencia de visitantes, o si lo combinan con otros atractivos turísticos menos conocidos. Esta modalidad de precios ya se utiliza en otros sectores como la aviación o el comercio minorista, por lo que está segura “de que funcionará”.
- En cuanto al cobro de entrada por visitar espacios abiertos como la Plaza de España en Sevilla, la presidenta y CEO del WTTC se ha mostrado partidaria, siempre que “ese dinero se utilice para su mantenimiento y conservación”.
- Asimismo ha hecho referencia, como un buen ejemplo, a “las encuestas que está realizando Turespaña para saber qué piensa la población del fenómeno turístico, también en destinos poco masificados, porque no es el mismo problema en todas partes”.